jueves, 18 de octubre de 2012

PREGUNTAS DEL 1ro. AL 4to. MES


 
Tengo un hijo de 4 meses y otro de 2 años. ¿ Pueden los dos niños dormir en la misma habitación?

Si la vivienda es muy pequeña, no hay ningún problema de que los niños duerman en la misma habitación. Muchas comunidades por todo el mundo cohabitan el mismo espacio todo el día, es decir, que la vivienda tiene un solo espacio grande en donde la familia se reúne, hacen la comida, juegan, conversan, duermen, etc, etc, etc. y no parece  por esto haber ningun problema de carácter psicológico que afecte a estos niños. Ahora bien, si se cuenta con espacio suficiente en la casa para que desde pequeños cada niño tenga su propio lugar para dormir, será más beneficioso para el buen dormir de ambos. La frecuencia del ciclo del sueño-vigilia entre un niño de 4 meses y uno de 2 años es muy diferente. Niños con diferentes edades, van a enfrentar problemas en el buen dormir muy disímiles.

El poner a dormir dos niños de estas edades juntos, con toda seguridad, en algún momento uno de ellos va a interferir con el buen dormir del otro. Es muy probable que si el de 2 años ya duerme de un tirón toda la noche, en cualquier momento, el de 4 meses va a presentar un despertar nocturno y con su llanto solicitando la asistencia de la madre, va a despertarlo. Otra situación que se puede presentar, es que si el de 4 meses está durmiendo toda la noche y el mayorcito que ya empezó a asistir a la guardería enferma y súbitamente se despierta con fiebre alta, al acudir los padres a la habitación para asistirlo, con toda seguridad el pequeñín se va a despertar, esa noche tendrán los padres doble problema, bajarle la temperatura al grande y bajar la intensidad de los gritos del chiquilín que grita desconsolado e irritable por que cansado quiere dormir.

Lo ideal es que ambos niños indiferentemente del sexo, cada uno tenga su propia habitación y desde muy chiquitos se acostumbren a ello.  Si los padres se ven obligados a que los niños duerman juntos se les debe aconsejar que esto sea por el más corto período de tiempo posible. Si el espacio de la vivienda no permite que cada niño tenga su propia habitación deben colocar al pequeño a dormir en la sala de la casa en una cuna, lo más alejado posible de la habitación del mayorcito, aunque también será un problema, pues el ritmo de actividad matinal de la familia seguramente es muy intenso, al prepararse para enfrentar el que hacer del día a día. Si el bebé se despierta inapropiadamente por el ritmo matinal de la familia, se debe considerar que el bebé duerma en el mismo cuarto con sus padres, pero en su propia cunita, nunca en la cama con papá y mamá, y que duerma con ellos hasta que ambos niños tengan una misma rutina para la hora de dormir, y estén durmiendo de un tirón toda la noche, de esta manera se evitarán el desgaste de lidiar con dos niños chiquitos encendidos en llanto toda la noche por que no pueden dormir

 
Mi hijo solo come durante la noche, en el día duerme y no quiere comer.

Este es el típico caso de inversión de horarios, el niño duerme de día pero está activo y comiendo durante toda la noche. Para este momento el niño debería tener su ciclo día-noche bien establecido. El debería estar activo en el día, comiendo cada tres o cuatro horas hasta las ocho o nueve de la noche, para luego dormir sin despertar toda la noche, si acaso presentar uno o dos despertares nocturnos ,cuando más. Frente a esta situación, hay que plantearse que los padres con toda seguridad algo vienen haciendo mal, en algo se están equivocando, para haber llegado a este escenario. Se debe revisar, chequear y motivar para que corrijan los siguientes aspectos de este ser el caso:

Que no se este colocando al niño durante el día, en un lugar oscuro y silencioso para que siga durmiendo, para así los padres poder descansar, ya que la noche estuvo muy agitada con el niño despierto y comiendo cada dos horas.

Que  no se este realizando con disciplina, todos los días, la rutina para inducir e indicarle al niño la hora de dormir. En no pocas ocasiones, esta tarea queda en manos de terceros, al no realizarla de forma metódica, no se establece claramente en el niño que llego la hora de dormir. Hay que colocar en la noche al niño a dormir siempre a la misma hora y repetir esto día a día.

Que no estén siendo estrictos en cumplir el horario de juego del niño, después del cual se desconecte toda la actividad diurna en el hogar. Muchas veces el niño está listo para dormir, pero lo sobre estimulan jugando o viendo la televisión acostado en la cama de los padres, esto los activa, luego será imposible inducirles el sueño

Que no haya ruidos externos en la habitación del niño, ni que se este introduciendo luz o algún elemento que confunda al niño y le haga pensar que es de día.

Que no le den alimentos después de las diez de la noche.

Que se esté efectivamente restringiendo cualquier ingesta calórica en la noche. Que solo se este ofreciendo agua si el bebé está muy inquieto.

Se debe empezar a despertar y activar al niño durante el día. Que empiecen en horas de la tarde, despertándole y activándole para jugar, que luego lo bañen, le den de comer y lo mantengán despierto, que lo saquen al parque para que tenga contacto con otros niños. Una vez que logren mantenerlo activo durante la tarde, deben empezar a hacer lo mismo en horas de la mañana. Que refuercen con mucha disciplina la rutina para inducirlo a dormir entre las ocho y las nueve de la noche. Una corta siesta de treinta a cuarenta minutos en la mañana o en la tarde es suficiente, que no le permitan dormir mas tiempo que este. Se corre el riesgo que en la noche no quiera dormir y se mantenga activo.



 

Mi hijo no duerme durante el día, se duerme a las 6 de la tarde y se levanta a las 12 de la medianoche, a partir de este momento pide comida cada 3 horas. ¿ esto es normal? ¿ Qué hago?

Esto que le està sucediendo el niño no es raro en ellos a esta edad, èl todavìa no ha establecido el ritmo del dìa y de la noche completamente, sin embargo, los padres deben empezar a trabajar en ello, de no hacerlo asì, el niño pudiese mantener este patròn de dormir y esto no es lo conveniente ni para los padres ni para su hijo.

Lo primero que se debe empezar a hacer es trabajar para que el niño se duerma más tarde, que empiece a dormir alrededor de las ocho de la noche sería lo ideal. Sacarlo a pasear al parque al final de la tarde es una buena estrategia. No deben sobre estimularlo a esta hora con muchas actividades, se corre el riesgo de activarlo en demasía y luego no va a querer dormir. Recuerde que en ellos, es mayor la tendencia al desorden, la entropía, que al descanso y la relajación. Otra estrategia es darles el baño cotidiano a las seis de la tarde prolongando este con algunos juegos en la bañera, luego secarle, cambiarle de ropa cantando suavemente, sin prisa, lentamente. Los padres deben entender que lo que queremos es extender la hora que se queda dormido hasta las  ocho de la noche. Un acto que debería ocupar a los padres no más de  treinta minutos, lo deben prolongar por unas dos horas.

También se les puede activar sin mayor excitación al final de la tarde, para mantenerlos despiertos un par de horas. Algunos niños solamente con este cambio agarran el compás de la noche y empiezan a dormir sin presentar más despertares durante la noche, otros no serán así, y aunque se duerman más tarde igualmente van a despertar a la medianoche para pedir de comer.

El condicionamiento a los alimentos es muy fuerte, ellos no necesitan comer de noche, sin embargo, su organismo acostumbrado a reaccionar frente a un bajòn de nutrientes se activa y pide se le ofrezcan otra vez, es un automatismo que se debe empezar a cambiar, y aunque no es tarea fàcil, si los padres empiezan a hacerlo desde temprano en la vida serà màs factible de ejecutarlo consistentemente.

Dejar esto para etapas màs avanzadas del niño harà las cosas cada vez màs difìciles. Cuando el niño se despierte que le ofrezcan agua o fòrmula làctea diluida, la que se debe ir progresivamente preparando màs diluida, hasta llegar a darle solo agua. Con esto se busca ir borrando la memoria al control metabòlico del organismo, el que poco a poco irà demandando cada vez menos nutrientes durante la noche. Que comiencen con esta labor durante las horas de la madrugada y luego lo extiendan al resto de la noche.

 
Mi hijo se despierta en la noche cada 3 horas para comer.

Cuando esto pasa, lospadres estàn realmente metidos en problemas, se deben empezar a ocupar de ello ràpida y disciplinadamente.

Lo primero que deben entender es que el niño, a menos que se encuentre en algùn règimen especial de alimentaciòn, no necesita estar comiendo durante la noche, lo que necesita es organizarse y empezar a dormir.

La comida es un condicionamento muy fuerte para el niño, su cuerpo va a pedir y exigir aportes calòricos y nutrientes a cada rato si a eso lo han acostumbrado, exigencia que va màs alla de lo psicològico y el capricho. Su pequeño cuerpo, demanda le sea saciada la ansiedad que la falta de estos alimentos le hace sentir, despertando y llorando hasta que se le son ofrecidos los alimentos, para asì poder dormir, y transcurridas dos o tres horas, comenzar a llorar hasta que nuevamente se le ofrezca de comer.

Cualquier estrategia que se establezca, debe ser llevada adelante con mucha disciplina por parte de todos los integrantes de la familia que estén vinculados al cuidado del niño. Abuelos, tíos, hermanos, todos deben estar al tanto de la tarea a realizar, basta con que una sola vez se sea débil y se sucumba a las exigencias del bebé, para ver como se derrumba todo aquello que en este sentido hallan construido. El otro elemento a tener presente, es que el destete nocturno va a llevar un tiempo prolongado, muy probablemente de 4 a 6 semanas, lo importante es empezar hoy mismo y una vez iniciado el proceso no parar. Por último recordar, que se puede haber avanzado mucho en el destete, pero en un momento determinado sin razón alguna el niño puede despertar otra vez y demandar a gritos alimentos. Se vuelven en ocasiones, verdaderos adictos de la alimentación nocturna.

Es muy difícil quitar de un solo golpe la alimentación nocturna al bebé. Más difícil aun es, que los padres puedan soportar el lamento nocturno del hijo que suplica le den de comer. Se debe empezar a dar alimentos cada vez más diluidos en el caso de que estén tomando biberón. Que diluyan progresivamente la preparación de la formula láctea, y  cada 3 días se debe diluir un poquito más la preparación, de esta forma el cuerpo del niño demandara cada vez menos nutrientes. Paralelamente disminuyendo progresivamente la cantidad de la leche, de seis onzas pasar a cinco, luego a cuatro y así progresivamente, al poco tiempo le estarán dando prácticamente agua. A partir de ese momento solo agua. Más adelante, se le quita inclusive esta, y cuando despierte en la noche, hay que dejar al niño solito en la cuna, así llore por un rato, al poco tiempo dormirá toda la noche. Se les debe dar siempre la oportunidad del auto-consuelo y el autocontrol.


 
Mi hijo solo toma leche materna y se sigue despertando en la noche cada 3 horas para comer. ¿ Qué puedo hacer ?

La lactancia materna es el alimento del niño, si pueden seguir alimentàndolo con lactancia materna exclusiva, sin necesidad de introducir  otros alimentos, serà lo mejor para el niño y para los padres, se le debe dar leche materna exclusivamente al menos hasta los 6 meses de edad de ser posible.

A pesar de que la lactancia materna es el alimento ideal para el niño, no deja de tener sus dificultades. Por ser un producto natural, la producción de la leche materna no será siempre igual en lo que a su volumen y concentración se refiere, a veces se producirá más, en otras ocasiones menos. No es raro que en la noche sea más, en otras ocasiones menos. No es raro que el la noche sea más ligera su concentración y el niño demande mayor cantidad y durante ciertas horas del día sea más densa y el niño se sienta más satisfecho.

En líneas generales, cuando el niño se esta nutriendo adecuadamente con lactancia materna exclusiva, y la progresión en peso y talla es óptima, la estrategia es preservar este tipo de alimentación más allá de cualquier otra consideración.

Si la madre se siente satisfecha dando leche materna al bebè de apenas tres o cuatro meses de edad, y puede seguir hacièndolo pues no tiene que empezar a trabajar, cuando el niño se levante en la noche, no hay màs que hacer, con entusiasmo y afecto, en la seguridad de que està haciendo lo correcto, hay que seguir dàndole de comer, dejemos para despuès el momento de empezar a cambiar el actual patròn de sueño. El niño al momento de lactar es solo de la madre, es el ser más querido que tiene, y no tiene que compartirlo con más nadie. A su vez, el bebé quiere estar solo con mamá. Este fugaz momento no va a durar toda la vida, pronto empezará a conectarse con otros niños, la escuela, los compañeros, la familia toda y entonces ya no será solo de mamá. Digámosle a mamá que siga disfrutando el sublime momento, que se llene de alegría, y que debe seguir dando la leche materna.

Si el cansancio embriaga a la madre, y no logra compensar durante el dìa, las horas nocturnas que ha pasado despierta acompañando al bebè en aras de mantener la lactancia materna, debe procurar ordeñarse, que poco a poco vaya haciendo una reserva de leche materna, la que puede guardar en la nevera o el congelador, para que papà se encargue de ofrecerla con el biberòn durante la madrugada, de esta manera tambièn èl podra participar de este màgico momento.

Si la madre va a empezar a trabajar, la estrategia cambia, llegó el momento de empezar a dar fórmulas lácteas y de empezar a destetarlo, en este caso en particular deberá empezar con las horas nocturnas.

 
¿ Qué puedo hacer para que mi hijo empiece a dormir toda la noche?

Lo primero que se debe hacer es familiarizarse con algunos eventos que se presentan al dormir que son completamente normales. Pensar que estos hechos no representan problema alguno hace a los padres cometer errores que tendrán que corregir tras arduas noches de lidiar con el niño, para  en no pocas ocasiones, sucumbir, ceder y terminar aceptándolos con resignación.

Lo primero que los padres tienen que entender es que sus hijos no necesitan comer durante las horas de la madrugada. Tampoco necesitan dormir con papá y mamá. Además, tienen recursos propios para auto consolarse y resolver por cuenta propia las crisis existenciales que presentan. Si ellos entienden esto, la tarea para que sus hijos duerman toda la noche está completamente ganada.

Que comiencen por establecer una rutina clara sencilla para introducir al niño en el buen dormir, e indicarles mediante una serie de señales que la hora de irse a dormir se acerca. Esta rutina se debe establecer según los patrones de conducta familiar, adaptar esta rutina al modus vivendi de la familia hará que se cumpla todos los días con facilidad. Un ejemplo de está es que a las siete de la noche se apaguen las luces de las áreas comunes de la vivienda y solo dejar encendidas las luces de la habitación principal, se apague el televisor, y el radio reproductor, se juegue con el niño durante unos quince minutos sin generar muchos estímulos ni sobresaltos, hablar con voz baja y monótona, que preparen la bañera mientras se relaja, que apliquen un baño con agua tibia sin estimular el jugar, que bajen la intensidad de los estímulos poco a poco, que le cambien la ropa en la habitación a oscuras, que den de comer en la mecedora mientras lo balancean suavemente, luego le canten una canción con voz casi imperceptible y lo pongan en su cuna para que él se termine de dormir por sí solo. Si papá, los abuelos, o algunos amigos llegan, no permitan que por ninguna razón interrumpan la rutina, es la hora de dormir al bebé, todo lo demás debe esperar.

Todos los niños hacen despertares nocturnos. Cuando se despierte a las cuatro o cinco horas de haberse dormido inicialmente, que no les den comida alguna, no les hablen , no los pasen para sus camas, no enciendan la luz. Hay que evitar que el aprenda a retomar el sueño mediante alguno de estos procedimientos, esto en nada va a ayudar a los padres ni al bebé. Si ellos ceden van a crear un monstruo incontrolable, que los va a tener despiertos todas las noches de ahora en adelante por  los próximos cuatro o cinco años. Es muy importante lo que se haga desde temprano en la vida del bebé. La gran mayoría de los problemas del mal dormir de los niños son el producto de la suma de errores que los padres cometen a este respecto.

 
 Mi bebé parpadea mucho cuando duerme.

El parpadeo mientras el niño duerme es completamente normal. El parpadeo se va a presentar cuando el niño está pasando por la etapa del sueño REM y son el reflejo del movimiento ocular durante esta fase. La fase del sueño REM, denominada también sueño paradójico por que el cerebro está muy activo aunque el cuerpo este inmóvil e incapaz de moverse, también es la fase del sueño en la que las personas tienen representaciones oníricas y los niños las terribles pesadilla. Es al transitar por esta fase que podemos tener un sueño terrorífico y queremos salir corriendo, pero despertamos inmóviles y aterrorizados sin poder huir frente al peligro que se nos representa en la mente. 

En cuanto a los movimientos oculares y el parpadeo que algunos padres observan mientras el bebé duerme, la pregunta clave es. ¿ Cuánto es mucho? Se puede observar cada 60 a 90 minutos un ciclo de intenso parpadeo, y esto repetirse durante toda la noche. Entre estos ciclos, el parpadeo se debe hacer infrecuente o inexistente.

Si los padres refieren que observan que el parpadeo del niño se presenta constantemente y no por períodos cíclicos, se debe hacer una evaluación en profundidad, incluyendo un electroencefalograma y una evaluación por el neurólogo infantil y el oftalmólogo. Por todo esto, es muy importante que se precise con certeza mediante la observación la frecuencia de este parpadeo durante la noche, entendiendo que es normal por periodos cíclicos, y se presenta cada 60 a 90 minutos con relativa intensidad.

La presencia de parpadeo intenso y frecuente durante toda la noche puede deberse a la presencia de estímulos externos, que de alguna manera estén afectando el descansar nocturno. De estos estímulos externos, el ruido es el principal factor de descontrol. Un sonido de fondo al cual estén acostumbrados y habituados los padres, el que se hace a fuerza de costumbre imperceptible, puede empezar a afectar el buen dormir del niño, y hacer que no cumpla regular y adecuadamente todo el ciclo del sueño. Pronto empezará a despertar y a llorar para pasar toda la noche irritable e inquieto, entonces se produce una ruptura del ciclo circadiano y toda la estructura endocrino-fisiológica que se comenzaba a estructurar. Este parpadeo constante, no cíclico, puede ser la señal de aviso de que algún estímulo imperceptible por los padres está empezando a mellar y desquebrajar el buen dormir del bebé. En ocasiones, cosas tan simples como el cambiar la marca del pañal lo pueden incomodar y los padres no observar estos cambios sutiles en su bebé. No se debe esperar que el vaso de agua se derrame, hay que actuar rápido, intente identificar que es lo que esta desquebrajando el buen dormir del niño.
 

 
 
Le doy agua de lechuga al bebé para que empiece a dormir toda la noche corrido.


El agua de lechuga puede ser que le sirva al niño grande, de los 8 a los 10 años de edad, cuando la madre con tono amenazador le diga " o te acuestas a dormir inmediatamente o te doy un vaso con agua de lechuga", su sabor es tan horrible, que seguro el niño sale disparado, apaga el televisor para escurrirse bajo las sabanas y se pone a dormir hasta el día siguiente de un solo tirón.

No conozco el primer niño, al que se le ofreciera agua de lechuga y se le haya inducido el buen dormir. Existen muchas creencias populares que salpican a todos los estratos de la sociedad, creencias que se filtran con tanta fuerza en la población que empezamos a creer en ellas con ciega convicción. Están tan extendidas entre todos nosotros estas opiniones populares, que cualquier persona las recomienda en la esquina, el mercado, la botica e inclusive en el consultorio del profesional de la salud. No es extraño. que en la sala de espera del consultorio del pediatra, alguien al escuchar la pesadilla por la que transita una madre con su pequeño hijo, que se despierta cada 2 horas llorando y clamando por comer, le afirme con sabiduría y convicción ciega " nada como el agua de  lechuga", para luego apuntalar lo dicho con alguna experiencia propia " a mi nieto le pasaba lo mismo, hasta que se la empezamos a dar todas las noches" a los que la madre, incrédula y esperanzada señalará " ¡ no puede ser ! ", y como la duda alienta los argumentos del contrario en defensa de la milagrosa, verde es insípida hojarasca, las evidencias se empiezan a ilustrar con mil y una historias, para poder sustentar la palabra echa recomendación, y lograr que la fulana lechuga pierda su encanto culinario y se transforme en prodigiosa poción para el buen dormir y otros tantos males. No pierdan su tiempo, concéntrense en lo que realmente le va a dar resultados a los padres.

No centren sus esperanzas en fórmulas mágicas, lo que realmente va a ayudar, es terminar de entender la naturaleza del dormir del niño y su cambiante psicología, la que fluctúa como carrusel parisino durante las diferentes etapas de su vida. Establecer estrategias simples y consistentes para enfrentar los escollos que se van a presentar en el cambiante, dinámico y maravilloso mundo del niño es la única maniobra válida y certera. Con esas no solo estaremos ayudando al buen dormir del niño, sino que le estaremos dando a los padres las herramientas para que vayan construyendo la coraza emocional y psicológica con la que sus hijos van a enfrentar su vida. No busquen caminos cortos ni senderos fáciles de transitar para resolver los problemas del buen dormir del niño, ayúdenlos en su crecimiento personal, a la vez que los ayudemos a dormir mejor; para lograrlo no olviden salpicar toda esta actividad con mucho amor y pasión.

 
 
Lo duermo en la mecedora mientras toma leche materna. ¿Está bien?

Que  tome leche materna es perfecto. Que el bebé se duerma en la mecedora, no es del todo recomendable. Cuando el niño se queda dormido en la mecedora, tomando leche materna o no, se introduce en el ritual para que el niño empiece a dormir toda la noche a la mecedora, con esto se establece un vínculo muy fuerte, entre el acto de mecerlo y el hecho de quedarse dormido. De continuar con esta práctica, cuando el niño se despierte en la noche llorando y clame por asistencia, exigirá con alaridos frenéticos que lo balanceen en la mecedora, de seguir así, cuando tenga un año de edad y peso de diez a once kilogramos, entonces los padres empezarán a clamar auxilio y no sabrán en qué momento de la corta vida del niño se inicio este calvario.

La dicha y la felicidad que embriagan a la madre, cuando en la soledad de la habitación mece y duerme a su hijo, pronto terminará y la situación creada la llevarán al suplicio, y luego a la demencia. Antes de lo que la madre se imagina, el niño cuando roce el despertar durante la noche, suplicará con llanto y desespero le apliquen la fórmula que temprano en la noche logró sumergirlo en el descanso, y esto se repetirá tres, cuatro, cinco veces durante toda la noche, día tras día, semana tras semana. Arrancar de su mente y de su alma el colosal momento no será tarea fácil, se necesitarán semanas o meses. Los padres no se deben enganchar en situaciones que empalaguen sus sentidos, ellos deben ser astutos y cuidadosos en lo que al buen dormir del niño se refiere, si se equivocan, más adelante no la van a pasar muy bien, hay que ser firmes al establecer un ritual del sueño para que el niño duerma desde temprano en la vida. Se debe procurar que las diferentes estrategias a usar cuando el niño presenta despertares nocturnos no dependan de comida alguna, y que la presencia de los padres sea solo para promover los eventos y nunca deberá ser el actor principal de estos, que tengan confianza en sus hijos, y les permitan organizarse y buscar sus propias herramientas corporales para conciliar el buen dormir.

Si los padres quieren introducir la mecedora y la lactancia materna en el ritual del sueño, deben procurar colocar al niño en la cuna antes de que se quede completamente dormido, de esta manera al despertar durante la noche, no tendrá grabada la imagen de su madre meciéndole y dándole de comer y le será fácil no depender de todo esto para introducirse nuevamente en el sueño profundo y reparador.

Si  el niño ya se esta durmiendo
 en la mecedora, se deberá dejar en la cuna antes de que se duerma, cuando observen que sus ojitos empiezan a ceder y caer con suavidad deben llevarlo a la cuna, dejarlo en ella para que termine de dormirse, si observan algún gesto de que va a pedir la mecedora, que lo saquen y lo mesan suavemente, se debe repetir este proceder hasta que lo logren dejar solito en la cunita. Cada noche, hay que aumentar el periodo de la ruptura, e ir dejándolo en la cuna cada vez más despierto, igualmente disminuir progresivamente la intensidad y frecuencia de la mecida.


 
Mi hijo no duerme bien. Se mueve, hace ruido, llora, grita.

Al dormir se pasa por diferentes fases. Por momentos nos sumergimos profundamente en un estado de inconsciencia total, desconectados por completo del mundo que nos rodea, para después poco a poco salir de ese estado, y nuestros sentidos ir conectando lentamente con el entorno, rozar la conciencia enlazando por instantes los sentidos con todo lo que nos rodea, por segundos coquetear con el despertar, para al poco rato empezar a sumergirnos nuevamente en el inconsciente, el sueño profundo, reparador y rico que todos deseamos y en no pocas ocasiones anhelamos, este fenómeno se repite durante toda la noche, durante toda nuestra existencia, este es el denominado ciclo del sueño.

El ciclo del sueño se repite durante toda la noche, mientras más pequeño es el ser humano, más ciclos del sueño presentan. Un bebé de meses sube y baja del estado de conciencia al de inconsciencia innumerable número de veces durante la noche. Cuando sus sentidos se van activando y se acercan al despertar emiten muchos ruidos, se mueven sacudiendo sus manitos, se quejan , gritan e inclusive lloran, en ocasiones son tan intensos sus movimientos que sacuden la cunita en donde están descansando. Podemos observar como estos gritos, llantos y sacudidas se presentan cíclicamente durante toda la noche, para después ser acompañados por un período de calma y tranquilidad, custodiado por una respiración pausada y regular, para después otra vez reiniciarse el período de mucha actividad.

Hay niños que por su temperamento son más activos e intranquilos que otros, estos bebés durante la fase superficial del sueño tienden a ser muy intensos y confundir mucho a los padres que piensan que algo malo les está pasando. con frecuencia, incluso salen corriendo a solicitar asistencia médica a latas horas de la noche. otros niños de temperamento dócil apenas se sienten transitar por esta fase del sueño. Entre ambos una muy diversa cantidad de posibilidades. Cuando hay gemelos en casa, y ambos tienen temperamentos encontrados, los padres se confunden, les es muy difícil establecer un parámetro de  normalidad, uno de ellos tendrá un dormir tranquilo, mientras que el otro, dormirá con grandes sacudidas y mucho dinamismo.

Al niño transitar por el sueño superficial, se debe entender que está casi despierto, de lo que los padres hagan dependerá que se despierte por completo, o bien, se dirija lentamente a la fase profunda del sueño. Si los padres hacen una interpretación errada de lo que está pasando durante la noche, confundiendo las manifestaciones del sueño superficial con una crisis de hambre o de cólicos y con sus actos terminan de despertar al niño, tendrán que utilizar muchos artificios para poder dormirlo otra vez. El aprenderá que la única manera para poder dormirse nuevamente es con estos artificios y cada vez que roce el despertar se despertará y tendrán que auxiliarlo, una y mil veces más.