El preescolar lucha a la hora de dormir, busca siempre evitar que lo lleven a la cama. El niño, que antes de los dos años con facilidad dormìa, ahora puede tardar horas en dormirse, evita con todas las estrategias a su alcance ser llevado a su cuna. Al niño le resulta muy difìcil apartarse de un mundo lleno de estìmulos y gratificantes experiencias. Ahora, al alcanzar un nivel de desarrollo intelectual mayor, son presa fàcil de sus propias fantasias y temores, por ello, con frecuencia les gusta una pequeña lucecita encendida a la hora de dormir, o bien, que los acompañen hasta quedar completamente dormidos.
A esta edad, las pesadillas y los temores nocturnos comienzan a presentarse como eventos normales y frecuentes del dormir. Por lo aparatosos y violentos que son, en ocasiones pueden generar gran angustìa y preocupaciòn, no solo a los padres, sino tambièn al niño.
Con frecuencia se apegan con mucha fuerza a algùn muñeco, un trapo, una almohada, etc. durante esta fase del desarrollo. Algunos padres, sienten preocupaciòn al ver que sus hijos crecen y se aferran con intensidad a estos objetos inanimados.
A pesar de todas las dificultades, el creciente desarrollo de la capacidad mental de nuestro " incomprendido soñador", el apoyo y la correcta interpretaciòn por parte de los padres de los cambios que se llevan a cabo en èl, le haràn comprenderla necesidad de dormir, sus bondades y beneficios.
Cerca del 7% de los niños continuaràn mojando la cama en la noche hasta los 6 años, el porcentaje de niñas que mojan la cama es de apenas un 2%. Los padres deben comprender que muchos de estos eventos son normales en la vida de sus incomprendidos soñadores. Deben estar alertas, si la intensidad de estas manifestaciones es muy alta, pudiesen ser un signo de alerta para acudir al especialista.
Los conocimientos actuales señalan que el preescolar comprende el mundo màs de lo que los investigadores sospechaban, pero menos de lo que los padres esperan de ellos. El pequeño soñador ve el mundo y lo interpreta a travès de su propia ventana multicolor, y este mundo està impregnado de un arco iris muchas veces incomprendido.
Si los padres entienden esta nueva etapa como la venida al mundo de un nuevo ser, un nuevo nacimiento, enfrentaràn los tiempos por venir con una perspectiva alegre, divertida, llenos de expectativas y anhelos de curiosidad por el nuevo ser. Es por ello, que la recomendaciòn es prepararse para este nuevo nacimiento, como se prepararòn durante nueve meses del embarazo, para atender lo mejor posible al recièn nacido.
El incomprendido soñador està tan concentrado y maravillado consigo mismo, que es incapaz de tener consideraciones con otras personas. Este tipo de comportamiento no es un capricho, ni una huella que marca para siempre su personalidad, es un matiz universal de todos los niños de esta edad que no va a perdurar.
El animismo, la tendencia a dar vida a objetos que no la tienen, es otra de las caracterìsticas del incomprendido soñador que afecta mucho el buen dormir. El animismo se ha investigado mucho. Hoy en dìa se considera que el niño es capaz, cada vez màs temprano en la vida, de diferenciar los objetos con vida de los que no la tienen.
Nuestro incomprendido soñador debido al egocentrismo y el animismo tiene serias limitaciones para identificar y codificar la realidad de manera adecuada. Ademàs, para complicar un poco màs el panorama, son incapaces de entender una situaciòn en su contexto global, centrandose y enfocàndose en un solo aspecto de un hecho o evento, lo que les hace sacar conclusiones incorrectas y saltar con ira, rabia o llanto intenso al no entender los diferentes matices y aspectos de una situaciòn particular.
Las iras y las pataletas tambièn son propias de esta edad. las iras y las pataletas se dan en ellos sin ningùn remordimiento o gesto de arrepentimiento. Se puede presentar la situaciòn de que la madre de Carmencita, que tarde en la noche se levanta y se percata de que la niña està encendida en fiebre, cuando le età administrando el medicamento para controlarla, la niña golpee con furia la cucharita y derrame todo el medicamento al suelo, para quedarse mirando fijamente a la madre, retàndola sin el menor gesto de arrepentimiento por lo que acaba de hacer.
Los niños a esta edad ven la vida como una pelìcula que pasa cuadro a cuadro, sin asociaciòn de un cuadro con el otro.
A pesar de todo lo anteriormente señalado, la mente de nuestro querido e incomprendido soñador esta mucho màs desarrollada que lo que en ocasiones aparentan. Actualmente se sabe que logran diferenciar entre sus fantasìas mentales, sus sueños y el mundo real entre los dos y los cinco años de edad. Un niño a los tres años es capaz de diferenciar entre la representaciòn de una imagen en un sueño de aquella del mundo real. Inclusive, algunos investigadores han observado en niños de dieciocho meses, la capacidad de diferenciar el mundo de sus sueños del mundo real. Tiempo atràs, se pensaba que era solo hasta alcanzar la edad de los 6 años que el niño era capaz de realizar lo anteriormente expuesto.
Se sabe hoy, que el niño a la corta edad de tres años es capaz de mentir, y ademàs lo hace con toda la intenciòn, bien sea para evitar un castigo o para no perder la imagen de niño bueno frente a sus padres. Son capaces inclusive de cambiar ràpidamente una historia dependiendo lo que quieran lograr.
Durante este perìodo muestran progresos muy significativos en su capacidad para concentrarse y procesar determinados conceptos, a pesar de todo lo erràticos y dispersos que pudiesen parecer en un momento dado frente a algùn evento o informaciòn. Sus ràpidos avances ayudan mucho al proceso de socializaciòn
Un elemento que contribuye con esta creciente capacidad de procesar informaciòn, es su igualmente creciente capacidad de memorizar.
La memoria antes de los cinco años de edad nunca tiene un objetivo, los niños no hacen esfuerzos por recordar absolutamente nada, solo recuerdan aquello que ha generado en ellos un muy especial interès. La mayor parte de sus recuerdos son de muy corta duraciòn, los niños de dos años pueden hablar de situaciones que ocurrieron durante el mes pasado, los de cuatro años son capaces de recordar detalles de un viaje que hicieron a los dos años de edad. Sin embargo, a la edad adulta seràn no seràn capaces de recordar nada de esto. Es la limitada capacidad de recordar lo que obliga a los padres a repetir hasta el cansancio y la obstinaciòn a sus hijos lo que deben y no deben hacer.
A los dos años de edad, la repeticiòn de los conceptos es muy importante para que los hechos cotidianos que se dan en el seno de la familia se comiencen a guardar. Es mediante la repeticiòn de la informaciòn, una y otra vez, que se logra que el niño comience, entre otras cosas, a internalizar las rutinas para irse a dormir temprano, a no levantarse de la cama cuando despierta en la noche, a no pedir de comer a altas horas de la noche, a dejar de hacerse pipì y pupù en la noche, a respertar el sueño de los hermanos. El recuerdo de los eventos y las rutinas familiares, permiten a los niños actuar cada vez màs acorde y en armonìa con las reglas y las normas del grupo failiar. Los niños aprenden que es lo que deben hacer, y què es lo que esperan los padres que ellos hagan. Esto les da autoconfianza y les estimula sanamente el amor propio. Màs efectivo es repetir cien veces una orden a imprimir cien veces un mismo castigo













