EL PRINCIPE DEL UNIVERSO. DEL 8vo MES LA AÑO DE EDAD

 
Caminar es la meta de esta la última etapa del primer año de la vida de nuestro príncipe, el príncipe de universo. El gatear, el levantarse agarrado de algún objeto, los primeros pasos. Al principio apoyado en algo o de alguien, para finalmente comenzar a dar los primeros pasos sin apoyo alguno.
 
 
 
Caminar es independizarse, él lo sabe, lo siente. De ahora en adelante todo aquello que lo limite lo hará rabiar. Comenzará a pegar, clavar uñas, morder y contornearse bruscamente cuando sienta que  esa libertad le está siendo limitada. Los cuidados propios del niño que antes parecía disfrutar, como pueden ser; el cambiar el pañal, el baño diario, el peinarle o darle de comer le estarán limitando su libertad. Para el niño de un año de edad más importante que su aseo personal, el cuidado de la ropa o el estar bien peinado, inclusive aún mucho más importante que comer y dormir es moverse, explorar, alcanzar objetos y estudiarlos. Todo aquello que antes le hacía feliz, ahora le irrita y le molesta.
 
 

El niño de esta edad, por sobre todas las cosas, disfruta confrontando. Inclusive mayor que el deseo de independencia, y el deseo de hacer uso de sus recién adquiridas destrezas motoras, al niño de esta edad le gusta estar en constante enfrentamiento. Qué manera maravillosa de descubrir todas sus potencialidades, que enfrentar a la madre a la hora de comer.
 
 
Sentirse independiente no es suficiente para él, necesita dominar y retar para poder hacer nuevas conquistas y logros. Dominar a la madre a la hora de comer es divertido, le entretiene, le hace sentir que vive, que se relaciona con el mundo y es capaz de conquistarlo a su antojo.
 
 
Caminar, enfrentar y dominar es el signo comùn de los niños al año de edad. El temperamento propio de cada cual y el ambiente familiar facilitador, haran que estas caracterìsticas sean o no muy acentuadas. Los padres deben aprender a calibrar con sabidurìa, paciencia y conocimientos el umbral a partir del cual colocar lìmites al niño. Aunque debemos dejarles desarrollar por cuenta propia sus capacidadades, permitièndoles explorar y conquistar, tambièn el deber de losp adres es orientar y establecer las reglas socialmente aceptadas, para beneficio futuro del niño y de toda la familia.
 

No todo es luchar y desgastarse, el prìncipe del universo tambièn da muchas alegrìas y satisfacciones. En el curioso proceso de aprender, copia las destrezas que en el adulto observa, e imita con facilidad todos los eventos que observa a su alrededor. Es muy graciosos cuando los vemos intentar ponerse los zapatos de papà o de mamà, o cuando llegan  al cuarto de los padres con la ropa interior de papà puesta en la cabeza.
 
El desarrollo del lenguaje es un evento muy significativo a esta edad. Por lo general la primera palabra se les escapa entre los diez y los catorce meses de edad. Sin embargo, ya son capaces de entender gran cantidad de palabras, expresiones y gestos que sus padres emiten. De todos estos vocablos con el que estàn mas familiarizados es con el " no" . Papà y mamà tantas veces le han repetido, " no toques", " no manches", " no corras", " no te subas", " no esto" , " no aquello", que reconocen su significado mucho antes de ser capaces de mencionarlo por cuenta propia.
 
 
El niño alcanza su primera palabra mezclando sonidos simples, pero que le son familiares. Sonidos que estàn cargados de mucha emociòn, asociados a gestos que para èl y los padres tienen mucho significado. Muchos de estos sonidos, para el resto de las personas son totalmente ininteligibles. De repente, màs por casualidad que con intenciòn, logran mezclar estos simples sonidos. Sùbitamente, se forma un sonidos complejo que le es conocido, que recuerda por haberlo escuchado muchas veces con anterioridad. Las siguientes palabras: papà, mamà, tetè, agua, le vienen a la memoria.


 
En cuanto al sueño,el niño de un año de edad tiene todo para dormir mal. Si ya estaba durmiendo bien y logrò sobrepasar el perìodo de los 4 a los 8 meses sin alterar su buen dormir, en este lapso de los 8 a los 12 meses de edad comenzarà a despertar y con gritos y alaridos exigirà la presencia de los padres en el cuarto.


 
El prìncipe del universo no tiene interès en dormir, como tampoco le interesa comer, cambiarse de pañal o ponerse a juguetear con sofisticados juguetes. El prìncipe del universo lo que quiere es; caminar, caminar y caminar, dominar, dominar y dominar. Èl quiere desplazarse, como cuando su papà se comprò el carro ùltimo modelo y paso toda la noche despierto y emocionado, esperando que amaneciera para disfrutar de su nuevo juguete.