miércoles, 19 de septiembre de 2012

PREGUNTAS DE 0 - 1 MES

 
 
 
¿ Cual es la posición ideal para poner a dormir al bebé?
 
Son muchas las recomendaciones y sugerencias que los padres van a oír de familiares y amigos en cuanto a la manera más conveniente de colocar a dormir al bebé recién nacido. Todas ellas expresadas con la mejor de las intensiones. la abuela dirá " pónganlo a dormir boca abajo, si vomita estando dormido, no se ahogará" frente a la posibilidad de semejante catástrofe, cualquier madre inexperta se sentirá segura colocando a su pequeño bebé a dormir en esta posición. No siempre en aquello que parece obvio y sensato es donde se asienta la verdad, y tal vez, un claro ejemplo de ello, es cuando los padres escuchan a los especialistas aseverar que la posición adecuada de poner a dormir a un niño tan pequeño es la de boca arriba.
 
La posición adecuada de poner a dormir al niño es boca arriba, no es boca abajo, ni tampoco de lado. ¿ Por qué colocarlos a dormir boca arriba? Muy simple, múltiples estudios han demostrado que al colocarlos a dormir en esa posición disminuye el riesgo de la muerte súbita.
 La razón de esto, no está muy clara, todo apunta a que hay menos riesgo de que el bebé se intoxique inhalando el CO2 que exhalan durante el acto de la respiración. Receptores cerebrales que captan altos niveles de CO2 en sangre, se inactivan o están fuera de servicio cuando el niño está en posición boca abajo, lo que es más resaltante en bebés prematuros o de bajo peso al nacer.
 
Para tranquilidad de los padres, debemos afirmarles que la tan cacareada opinión de colocar a dormir boca arriba al niño es mala porque aumenta el riesgo de bronco aspiración, no es cierta y se ha demostrado que su riesgo es insignificante. Lo primero a señalar en este sentido, es que realmente el niño no duerme boca arriba, el duerme de espalda con la cara inclinada a un lado, apoyando la mejilla sobre el colchón. Si llegare a vomitar, el fluido tiende a salir hacia un lado lo que disminuye la posibilidad de la bronco aspiración. La otra gran verdad, la han ofrecido múltiples trabajos de investigación donde se demuestran una serie de mecanismos fisiológicos de autodefensa, que se presentan en el niño cuando vomita y se encuentra en esta posición, los que dificultan el paso de los alimentos hacia los pulmones.
 
Muy bien, señalado todo esto, hay que indicarle a los padres colocar a los bebés a dormir boca arriba. Ello no quiere decir que se deban confiar, siempre tienen que estar vigilantes y atentos para auxiliarlos frente a cualquier novedad que se pueda presentar.
 
 
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¿ El aire acondicionado en el cuarto del niño le hace daño al bebé?
 
 
Los aires acondicionados modernos sirven para mantener la temperatura de la habitación controlada y como purificadores del aire. También son útiles en el control de la humedad. Por todo esto, pudiésemos concluir que bajo ciertas circunstancias de calor y humedad es inclusive conveniente para el bebé el uso del aire acondicionado
 
Al controlar la temperatura del ambiente, el niño  y los padres se van a sentir más confortables, el niño suda menos y pierde menos calor corporal, entonces debe dormir mejor e igualmente será fácil darle de comer. 
 
El control de la temperatura del ambiente no debe ser menor de 23 grados ni mayor de 25 grados centígrados. Se debe tener cuidado en aquellos lugares muy calurosos evitando el cambio brusco de temperatura al sacar al niño de un ambiente fresco de 23-25 grados centígrados y pasarlo bruscamente a un ambiente con temperaturas no controladas mayores de 30 grados. los cambios violentos de temperatura causan en el niño mucho malestar, su pequeño cuerpo tiene que consumir gran cantidad de energía ( calorías) para ajustarse a la nueva temperatura, sudando copiosamente, hiperventilando y generando vasodilatación capilar, todo este desajuste pudiese crear algunos problemas. La recomendación es apagar el aire acondicionado antes de sacar el niño del ambiente controlado, de manera tal, de que los ajustes corporales se den poco a poco. Similar efecto hace el hecho contrario, al tener al niño en un ambiente muy caluroso y húmedo y pasarlo bruscamente a un ambiente con temperaturas muy bajas controladas por el aire acondicionado. Es conveniente mantener un diferencial de temperaturas no mayor de 5 grados centígrados entre el ambiente no controlado por el aire acondicionado y el que si lo está. Se debe tener cuidado de no colocar la cuna del niño enfrentada al chorro o flujo de aire del aparato, ello puede llegar a enfriarlos, resecar sus labios, conjuntivas oculares y las mucosas de las vías respiratorias.
 
El otro aspecto a tener presente con el uso delos aires acondicionados es el cuidado de los filtros, los cuales deben limpiarse periódicamente pues esporas y elementos alergizantes pudiesen acumularse en los mismos y causar enfermedades o procesos alérgicos. Los aires acondicionados de viaje generación usan gases que pueden ser perjudiciales para la salud y no controlan adecuadamente la humedad, este tipo de equipos no deben ser utilizados en el cuarto del niño.
 
Al controlar el ambiente, en cuanto a la temperatura y la humedad, se está eliminando uno de los elementos de riesgo de la muerte súbita del lactante menor como es el calor, sobre todo en aquellos niños prematuros o de bajo peso al nacer.
 
 
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 Tengo un ventilador en el cuarto. ¿ Lo puedo encender para que el bebé duerma?
 
El ventilador es un aliado no tan eficiente como el aire acondicionado, en el control de la temperatura y la humedad de la habitación donde duerme el niño. En sitios calurosos, su efecto en el control de la temperatura es poco eficiente, su función es más la redistribuir  el calor, emparejando en toda la habitación la sensación de calor, más que bajar en algunos grados la temperatura de la misma.
 
El gran problema del uso del ventilador, es el cuidado que se debe tener con el polvo que a diario se acumula en sus aspas, por ello, al utilizarlo se debe ser muy cuidadoso en la limpieza diaria de estas. El otro problema, es que al estar batiendo de forma irregular el aire por toda la habitación, se genera un flujo irregular pero constante de partículas de polvo, esporas y elementos alergizantes, lo que eventualmente pudiese ser causa de enfermedades respiratorias y alérgicas en el niño. Muchos niños que empiezan con procesos catarrales o con tos de causa desconocida, por lo que pasan las noches inquietos e irritables, duermen con un ventilador en su habitación al que no se le prestan los cuidados básicos de mantenimiento y limpieza.
 
No existe contraindicación alguna en el uso de ventiladores en el cuarto del niño, inclusive su uso a conciencia va a ayudar en el buen dormir del niño, en el confort de los padres y todo ello hará más fácil llevar a cabo los cuidados propios del bebé.
 
Se debe evitar colocar al bebé enfrentando  la columna de aire que dispara el ventilador, y cuando el niño crezca, hay que colocarlo fuera de su alcance, pues son causa frecuente de accidentes.
 
El uso de ventiladores en lugares calurosos está asociado con una reducción de hasta un 72% en la muerte súbita del lactante (SMSL). Se ha demostrado que el tener un ventilador prendido en una habitación calurosa, indiferentemente de los cuidados que al equipo se le haga disminuye considerablemente la muerte súbita del niño.
 
El uso de ventiladores en habitaciones con temperaturas mayores a los 21 grado centígrados, aumenta hasta un 94% la protección en la muerte súbita del lactante menor. Se ha encontrado que el uso de este aparato disminuye el riesgo de este terrible mal en aquellos niños que dormían boca abajo o de lado, e inclusive en aquellos niños que compartían cama con alguna otra persona o con animales.
 
Todo hace pensar, que aunque el ventilador no es tan eficiente en el control de temperatura de la habitación, si juega un papel muy importante en el efecto de barrido del CO2 que se encuentra alrededor de la cuna del bebé y que parece ser importante en la muerte súbita del niño.
 
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¿ Puedo dejar una lucecita encendida durante la noche en el cuarto del bebé, para que se acostumbre a dormir con una lucecita encendida?
 
 
Los bebés no necesitan ninguna lucecita para poder dormir, es una falsa creencia la de que los bebés tan pequeños le tienen miedo a la oscuridad. El miedo a la oscuridad la empiezan a fomentar los padres desde temprano en la mente de sus hijos con conductas y comportamientos inapropiados.
 
Si se empieza a colocar una lucecita en el cuarto el bebé por muy tenue y pequeña que sea, el niño va a incluir rápidamente este destello de luz a su habitad natural para lograr dormir, después no podrá dormir a menos de que exista la luz y pasaran muchos años, inclusive su vida entera, sin poder dormir con las luces apagadas.
 
El que el niño no se acostumbre a la oscuridad, es la semilla para futuros problemas de adaptación y de inseguridad frente a situaciones que va a tener que enfrentar. Piensen en los problemas que se van a presentar, cuando a los nueve o diez años de edad lo inviten a dormir fuera de casa y le aterre dormir sin una lucecita encendida.
 
La lucecita pudiese ser útil para que los padres se orienten en la oscuridad del cuarto, y así no tener que encender las luces principales, en caso de tener que asistir al niño durante la noche, sin embargo, la recomendación es no tener indicadores de luz en los sistemas para encendido de la luz, ni relojes electrónicos, y evitar toda luz en aparatos y equipos. Toda luz en la habitación, se va a transformar en el corto tiempo en un estímulo importante para la curiosidad del niño, cuando despierte en la noche el espíritu de curiosidad siempre listo y presto para activarse, se encenderá como cohete que parte a la luna y querrá por todos los medios a su alcance, llegar hasta el objeto luminoso.
 
No es la penumbra, no es la luz tenue, es la oscuridad, lo negro de la noche lo que estimula la producción de melatonina. Cualquier pequeño destello de luminosidad hace que se produzca menos melatonina. La melatonina es un potente inductor del sueño y el principal gatillo para que empiece su producción y se mantenga en el tiempo es la oscuridad. Inclusive, profundizando más en el asunto, la recomendación general es apagar todas las luces al menos con 2 horas antes de poner a dormir al niño, para que de esta manera empiece a generarse gran cantidad de melatonina. El acostarse a dormir con una producción deficiente de melatonina en el cuerpo, genera incomodidad, irritabilidad y llanto, ya que no se están dando los fenómenos fisiológicos necesarios para poder quedarse dormido. La lucecita es un elemento que definitivamente frena de alguna manera el inicio de la serie de eventos que inducen el dormir.
 
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¿ Puedo colocar repelentes de zancudos en la habitación del bebé?
 
Las picaduras de los zancudos son un verdadero problema en la actualidad, sobre todo en las zonas tropicales. Además de lo molesto que representa el picotazo del insecto, la posibilidad de contraer enfermedades que se consideraban controladas, pero que actualmente emergen con voracidad, tales como, el dengue, la fiebre amarillas y el paludismo, entre otras.
 
Es obligatorio controlar al maldito insecto, para ello existen alternativas físicas como los mosquiteros colocados entorno a la cuna del bebé, las telas de alambre o mosquiteros en las ventanas y las puertas de la habitación, y el uso de ventiladores en el área donde se realizan las faenas familiares, sobre todo los cuidados del niño.
 
Es obligatorio buscar y controlar los criaderos de los zancudos, es allí donde radica realmente el problema y la verdadera solución. Tarea fácil no es, pues muchas veces no depende de una acción personal, sino que sale del control del individuo particular como ciudadano, sin embargo, allí es a donde se debe enfocar nuestra mayor atención.
 
En cuanto a los productos para el control de los zancudos a utilizar en el cuarto del bebé  recién nacido, debemos tener mucho cuidados. Los bebés a tan corta edad son muy frágiles y sensibles a los olores fuertes, y muchos de estos productos emiten olores con cierto grado de intensidad sobre todo durante las 2 primeras horas de su utilización, ellos pueden generar irritación de las vías respiratorias y de las conjuntivas oculares.
 
Algunos de estos productos utilizan la citronela como aromatizador y coadyuvante, lo que es muy efectivo para el control de los zancudos, pero su potente olor pudiese causar problemas al bebé. Muchos de estos productos pudiesen afectar la piel del nene, causando irritación, llanto y malestar. Son poco o nada la información que existe de este tipo de productos acerca de lo que pueden ocasionar en el niño a largo plazo, aunque a decir verdad las pruebas de toxicidad llevadas a cabo en ratas de laboratorio los describen como de poca toxicidad para el ser humano. Hay que tener presente que por razones de sensatez humana y de elemental ética no se llevan pruebas de laboratorio enfrentando a bebés con este tipo de productos.
 
Frente a este panorama la prudencia siempre es buena consejera, debemos procurar utilizar más los medios físicos para el control de la picadura del zancudo que productos químicos. De tener que utilizarse, se deben colocar alejados del niño, amenos de dos metros de la cuna del bebé y por periodos cortos de tiempo, de manera de controlar un poco el contacto con estos productos, que si bien son de gran utilidad y gozan del respaldo de corporaciones de reconocida fama y seriedad sus estudios en infantes son pocos.
 
 
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¿ Tengo que arroparlo muy bien para acostarlo a dormir?
 
Para  dormir hay que estar confortable, desde pequeño, si al niño se le coloca mucha ropa y hace calor se va a sentir incómodo, va a despertar frecuentemente y con rabia, aumentando las posibilidades de entrar en cólera y rabia. Si por el contrario, se le coloca poca ropa y siente frío el resultado final va a ser que va a despertar con más frecuencia y rabioso.
 
Hay que buscar el equilibrio entre la temperatura ambiente, la ropa que se le coloca al bebé y el confort que este siente, no es cosa fácil, pero ese es el norte a seguir. Una guía, no muy exacta, es la sensación de frío o calor que los padres sientan, si sienten frío que le pongan más ropa, si sienten calor que le quiten la ropa.
 
Otra guía para identificar cuando al niño le está afectando el frío o el calor, es observar la postura que adopta en la cuna. Si se le observa con las piernas y los brazos fuertemente flexionados contra el cuerpo, ese niño tiene frío, inclusive ellos son capaces de reptar hasta una esquina de la cuna en busca del anhelado calor. Cuando tienen calor, no es raro encontrarlos con los brazos y las piernas completamente extendidos, alejándose estos del resto del cuerpo, buscando de esta forma perder calor y ventilar el cuerpo, el que por convección irá perdiendo algo de calor.
 
Si se le coloca mucha ropa en un ambiente caluroso, aumenta la temperatura corporal del bebé, el que además de sentirse incómodo, pierde agua y cloruro de sodio ( sal ) . Estas pérdidas de agua y de sal, en un inicio van a ser que el niño este decaído, triste, lento y con poco interés en la alimentación, pero de hacerse mayores puede inclusive deshidratarlo y causarle la muerte.
 
Si en un ambiente frío los padres se descuidan y no lo visten adecuadamente, se genera una vasoconstricción de los vasos sanguíneos periféricos, con la finalidad de mantener una temperatura óptima de los órganos vitales ( corazón, riñones, cerebro, etc.) El organismo sabiamente sacrifica la distribución del flujo de sangre hacia las partes del cuerpo que son menos vitales en aras de preservar aquellas fundamentales para la vida, en este proceso se consume mucha energía ( calorías) y se genera calor corporal, pero las reservas energéticas del niño son muy limitadas y mantener esta situación por un período de tiempo relativamente prolongado va a llevar al niño a un colapso corporal.
 
Hay que señalarles a los padres que deben estar atentos a la temperatura del ambiente, siendo flexibles en cuanto al modo de vestir al niño. Si hace calor que le quiten la ropa, si hace frío se la coloquen. Por último, no olvidar que el ambiente caluroso es también una causa de muerte súbita en el bebé.
 
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El bebé está muy irritable, llora con mucha frecuencia toda la noche. A veces se calma comiendo, otras veces no.
 
No todos los bebés son iguales, hay unos más tranquilos que otros. Si este patrón es el que el niño mantiene todas las noches desde el nacimiento, lo más probable ese es su patrón normal, si por el contrario, el bebé era un niño tranquilo que comía regularmente cada 3 horas y entre comidas estaba plácidamente dormido y súbitamente cambio de patrón y empezó a comer irregularmente en las noches, presentando crisis de llanto e irritabilidad algo le esta pasando, debe de haber alguna razón por la que el bebé cambio su patrón nocturno.
 
El pediatra debe verificar que no exista ninguna situación orgánica que pudiese de estar afectando al niño, muchas cosas pudiesen estar sucediendo. Descartado  factor orgánico alguno, no dejen de chequear alguno de estos aspectos: Que la temperatura nocturna no esté afectando al niño, el sentir frío o calor lo pueden irritar desquebrajando su patrón nocturno, ruidos que se cuelan en el silencio de la noche en la habitación y que en el día pasan desapercibidos pueden alterar al niño, un caso muy frecuente son los ladridos nocturnos de los perros o el sonido de los carros que transitan  durante el día, la utilización de exceso de ropa ajustada por el temor  de que se enfrié durante la noche, lesiones en la piel que le irriten al pasar muchas horas con la misma ropita, algún alimento que la madre ingiera en la tarde o temprano en la noche y que afecten indirectamente a través de la lactancia materna al niño, la fórmula láctea que se le ofrezca solamente en la noche como apoyo de la alimentación y que le esté causando malestar nocturno al niño, el no cambiar los pañales durante la noche o el uso de pañales poco absorbentes.
 
Aquellos niños cuyo patrón de sueño-alimentación nocturno es inconstante y salpicado de crisis de irritabilidad y llanto de variada intensidad y frecuencia son muy agotadores y difíciles de asistir, en estos casos, las madres deben buscar apoyo en el cuidado nocturno del niño. El papá del niño, la abuelita, una enfermera u otro personal doméstico deben estar dispuestos a ayudar con el cuidado nocturno del niño, de otra manera, el agotamiento de la madre y su colapso físico y mental serán inminentes. Estos niños, lo más probable van a ser los dos primeros años de la vida inconstantes e irregulares, tanto a la hora de acostarse a dormir como en su capacidad de dormir de largo toda la noche. Ellos van a necesitar mucha disciplina y perseverancia por parte de los padre, para lograr pautas para el buen dormir y van a afectar el desenvolvimiento normal de todo el grupo familiar.
 
Durante las seis primeras semanas de la vida los padres deben adaptarse al ritmo nocturno del bebé con paciencia, sabiduría y afecto. Es a partir de la sexta semana de la vida que hay que empezar a trabajar en la modificación del patrón de alimentación y sueño nocturno
 
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Mi bebé ronca, en ocasiones parece que se ahoga y no puede respirar.
 
Los bebés a esta edad emiten muchos ruidos mientras duermen, es difícil acostumbrarse rápido a ello. Su respiración es irregular y cada cierto tiempo hacen pausa, estos períodos de apneas son normales a menos que se prolonguen por mucho tiempo, cuando esto sucedo son causa de gran preocupación y angustia en los padres, sin embargo, ninguno de estos dos eventos llegan al extremo de generar ronquidos.
 
Las causas del ronquido en el niño recién nacido pueden ser muchas y van desde el simple moquito seco en las fosas nasales, que mejora al realizar una buena toilette respiratoria aplicando 3 a 5 gotas de solución fisiológica y extrayendo los mocos secos, hasta una obstrucción congénita de las vías respiratorias altas que amerite la intervención quirúrgica para su resolución.  El ronquido en el niño pequeño es motivo de alarma, es un signo que se debe vigilar, debiendo hacer extensiva esta observación lo antes posible al pediatra de confianza, el que tiene las herramientas para evaluar la situación y tomar las medidas pertinentes.
 
En cuanto a la sensación de ahogo, no se debe presentar nunca en el niño, es una señal de alarma que nos señala que las cosas no andan del todo bien con el bebé. Al igual que con el ronquido nocturno, existen una gran cantidad de causas que hacen que los bebés tengan sensación  de ahogo cuando duermen. Existen algunos signos que son importantes que los padres observen cuando se presenta la crisis de ahogo, y que son de gran ayuda para que el pediatra pueda orientar y ayudar a resolver el problema en cuestión. Algunas de la señales asociadas al ahogo son; la presencia o no de tos, si hay regurgitación de alimentos o vómitos, si se presenta cianosis alrededor de los labios o la punta de los deditos, movimientos repetitivos en sus ojos o voltea  la mirada, si el evento se repite al principio o al final de la noche o por el contrario se presenta varia veces durante toda la noche.
 
Existe una entidad denominada muerte súbita frusta, que se presenta a esta edad, está caracterizada por una gran sensación de ahogo por parte del niño, acompañada de cianosis, sudoración y flaccidez generalizada, lo que da a los padres la impresión de la muerte inminente del niño, que los obliga a salir disparados a la emergencia. Estos bebés deben ser hospitalizados para observación y precisar diagnostico. En promedio, estos niños pasan de tres a siete días en observación. Luego de muchos estudios, la gran mayoría de los casos egresan sin diagnóstico
 exacto, siendo gran cantidad de estos niños etiquetados como portadores de reflujo gastroesofágico y medicados como tales durante el primer año de  la vida. Este evento no repercute en la vida futura del niño. 
 
 
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Mi bebé de un mes no duerme en la noche y quiere comer cada hora.
  
Los bebés de un mes de edad difícilmente van a dormir toda la noche, es hasta que tiene las seis semanas de vida, que su cerebro es capaz de empezar a captar el ritmo del día y de la noche, y su cuerpo puede empezar a regular el flujo hormonal del proceso sueño-vigilia ( ritmo circadiano). El ser humano tiene un ciclo de sueño y de vigilia en una relación aproximada de catorce horas de vigilia por cada diez horas de sueño. Este reloj biológico empieza a marcar su pauta entre las seis y las ocho semanas de la vida. Es poco lo que se puede o se debe hacer en este sentido. los padres deben conocer y entender esto, tener paciencia y estar listos para que cuando su hijo empiece a dar señales de que este ciclo se está estableciendo, reforzarlo con pautas de conducta adecuadas a lo que desean para su bebé.
 
Existen en la naturaleza y en el ser humano diferentes pautas de ritmo circadianos, aunque una de la más notable es la relacionada con el acto de dormir. Existen muchos otros ritmos circadianos, como es el que tiene que ver con el acto de comer, el ciclo menstrual de la mujer, la caída del cabello y la muda de la piel, entre otras. En los animales el más conocido es el de internación de los osos, que en el invierno pueden llegar a dormir de tres a cuatro meses seguidos
 
En cuanto a que este bebé además está comiendo cada hora, debemos entenderlo en un principio como un acto natural, el está comiendo lo que su cuerpo le esta pidiendo. Muy probablemente, él tenía en el vientre materno un flujo de alimentación constante y su cuerpo está adaptado a este volumen de nutrientes que encharcaban sus células a cada instante. El niño se encuentran una  fase de crecimiento rápido, hay que dejarlo comer lo que pida, se debe seguir el ritmo que marque, él es el que manda en este sentido. Todos los esfuerzos deben estar concentrados en satisfacer sus demandas naturales, no se debe entrar en contradicción con las fuerzas de la naturaleza ni buscar fórmulas que cambien el impulso cósmico de la vida. Los padres que tienen niños con este tipo de pauta alimentación-dormir, están sumidos en un esfuerzo muy grande y agotador. No todos los niños marcan esta pauta de alimentación tan intensa, ellos necesitan ayuda y apoyo de otras personas, la madre tiene que integrar en el cuidado y la alimentación del niño a su esposo y a las abuelas, que contrate un personal auxiliar que la apoye, que no lleve la carga por sí sola, porque rápidamente se va a cansar y a sucumbir en la tentación de ofrecer al niño recetas caseras con alimentos inapropiados y a deshora, que en nada van a ayudarla, por el contrario pueden complicar todo el asunto. Pronto este ritmo va a cambiar, al igual que a la sexta semana prolongan las horas en que duermen en la noche también empieza el niño a comer de manera menos compulsiva, espaciando los horarios de alimentación. Estos bebés en no pocas ocasiones exigen tanta alimentación, que la leche materna no es suficiente y debemos darles  formulas maternizadas en la noche.
 
 
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A partir de que edad debo sacar al bebé de mi cuarto para que duerma solo en su propia habitación.
 
El bebé debe dormir en la habitación de los padres hasta el día en que la madre se sienta confiada en sacarlo, para que empiece a dormir solo en su propia habitación. O sea, que el bebé duerme en la habitación de los padres, hasta el momento justo en que a la madre le parezca conveniente.
 
¿Por qué debe ser la madre la que decida cuando sacar al niño de la habitación? Por que son ellas y solo ellas, las que están conectadas  mas allá de lo físico con sus bebés. Los bebés son piel de su piel, alma de su alma, ellas y solo ellas son capaces, mas allá de los terrenales sentidos, de presentir que algo no está bien, y que su bebé necesita auxilio inmediato, ellas no necesitan gritar o gemir, ellos les susurran al corazón y ellas escuchan su clamor, es así que el grito que exige la presencia materna al lado del niño llega rápido, a través del flujo infinito del amor.
 
Los papás apoyan y están cada vez más dispuestos a compartir las responsabilidades y el cuido de sus hijos, levantándose en la madrugada, cambiando pañales y aseando culitos, pero la realidad es que ese eslabón formado entre la madre y el bebé durante nueve meses compartiendo internas pasiones, no lo podrán suplantar con nada, por muy buenos padres que sean.
 
A pesar de todo lo señalado, madre e hijo se deben conocer en su nueva vida de relación, la madre debe aprender a conocer las nuevas necesidades del ser ya nacido. Debe aprender a interpretar su rudimentario lenguaje, su manera de pedir comida o suplicar para que le cambien el pañal por que esta echo pipí, debe acostumbrarse a su dormir profundo y a sus suspiros cuando está en sueño superficial, debe acostumbrarse al rutinario estornudo y al normal pujo, al quejido suave  por un retorcijón pasajero y a el lamento por un gasecito no expulsado. debe mamá reconocer su respiración entrecortada salpicada de pausas, mamá debe aprender a reconocer en su hijo una serie de señales de confort y de disconfort para poder auxiliarlo de la mejor manera. A su vez mamá debe haber aprendido a alimentarlo y a sacarle los gases, cambiarle el pañal y asear sus genitales. En fin, reconocer en el niño su ritmo regular de vida.
 
La gran mayoría de las madres, alcanzan este nivel de conexión y experiencia, reconociendo en sus hijos las señales positivas o negativas que ellos emanan, alrededor del mes de edad, entonces el contexto familiar está listo para pasar a dormir al bebé solito en su habitación. Algunas madres alcanzan este nivel de madurez a los tres meses.
 
 
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Mi bebé solo se calma en la noche cuando le doy el seno. Estoy muy agotada y quisiera empezar a darle formula.
 
Dar lactancia materna exclusiva no es cosa fácil. Es agotador tener que darle al niño cada dos o tres horas de comer en el día, para continuar con la misma faena en la noche, y este evento repetirlo día tras día, noche tras noche. Además, inicialmente puede haber escoriaciones de los pezones, inclusive con inflamación de las mamas, sin embargo, y a pesar de todo esto, la lactancia materna es el alimento del niño.
 
El niño pronto cambiará su ritmo de alimentación y empezará a comer menos al entrar en una fase de crecimiento lento, entonces empezará a comer cada cuatro o cinco horas en la noche, o inclusive empezará a dormir toda la noche de un solo jalón, sin despertar para pedir comida, ni por ninguna otra causa. Entonces los padres se sentirán muy satisfechos por haber transitado esta fase de la vida de su hijo exitosamente, sabiendo que le ofrecieron lo mejor de ellos.
 
El estar en conocimiento de lo anteriormente señalado, no va a quitar el cansancio ni la sensación de frustración que sienten cuando ven que los días van pasando, y el niño no empieza a comer cada cuatro o cinco horas, sino que persiste el lapidario y agotador ritmo, exigiendo comer cada dos o tres horas.
 
Como la intención es no abandonar la lactancia materna, ni caer en la tentación de empezar a dar fórmulas lácteas en la noche, se debe intentar en primer lugar descansar cuando el bebé duerma. El cansancio actúa como un excitador, mientras más cansados estén los padres, más excitados se sentirán, y más difícil  les será conciliar el sueño. No dormirán y buscarán ocupar el tiempo en realizar otras tareas, el tiempo para el descanso se disipa en otras actividades y no descansarán. Al pasar las horas y tener que volver a dar de comer al niño, y este ciclo repetirse todo el día, no se aprovecha el tiempo para descansar. Cuando el bebé duerma, mamá debe también dormir, ella tiene que emparejar su ritmo de sueño-vigilia con el del bebé, y que otras personas en la casa se ocupen de lo demás. Lo más importante es continuar con la buena alimentación del bebé.
 
Mientras el bebé duerme, la madre se debe sacar la leche materna ordeñándose con un aparato mecánico o eléctrico, y guardar esa leche en la nevera. La leche materna, dura hasta cuarenta y ocho horas en la nevera, y tres meses en el congelador. Cuando en la noche el cansancio la derrumbe, que otras personas le ofrezcan el biberón con formula materna al bebé, esta es una muy buena manera de incorporar al papá en las faenas de alimentación del niño, lo que seguramente el hará con gusto y placer, él ahora estará haciendo algo que era solo de la exclusividad de la madre, y así puede formar parte de tan importante actividad.
 
 
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Mi bebé recién nacido puede pasar hasta 8 horas durmiendo en la noche sin pedir alimento alguno  ¿ Esto es normal? ¿ Le puede pasar algo?
 
Los bebés recién nacidos durante los primeros días de la vida pueden estar un poco somnolientos, en no pocas ocasiones, ellos pueden pasar seis u ocho horas dormitando sin despertar, sin conectarse con el entorno, pareciese que no quieren enfrentar la realidad de la vida y seguir gozando del encanto maravilloso y seguro del vientre materno, que en el pasado empieza a quedar.
 
Durante estos primeros días de la vida, hay que estar muy alertas y no permitir que esta situación de no activación dure más de cinco horas, de ser así se corre el riesgo de que se produzca en ellos una hipoglicemia, baje el nivel de azúcar de la sangre, lo que puede con llevar a una convulsión con sus catastróficas efectos a tan corta edad.
 
Si los padres observan que después de cuatro horas y media de haber comido, durante los primeros tres a cinco días de la vida su bebé no se activa y no busca comer, permaneciendo tranquilo muy dormido, deben activarlo. Que abran las ventanas, prendan el televisor, enciendan la radio, pongan música, enciendan las luces, que los saquen de la cuna hablando en voz alta, que le cambien la ropa, le sacudan la paz en que se encuentra, es hora de comer. Si los padres no hacen lo que les corresponde, el bebé puede caer en un letargo profundo y ser más difícil estimularlo, con el riesgo de que convulsione por el bajón de glicemia ( azúcar) en la sangre, que seguro ya está presentando.
 
No es raro que este evento se produzca en la noche, y los padres inexpertos se sientan muy felices, percibiendo erróneamente este evento como algo beneficioso para todos. Los padres exclamarán con alegría, que bueno es este niño que duerme toda la noche. La realidad es, que el metabolismo acelerado del niño debería estar activado también durante la noche, para comer cada tres o cuatro horas.
 
Durante las primeras tres o cuatro semanas de la vida, se debe estar alerta durante el día y la noche, si un bebé duerme más de cinco horas se le debe despertar para darle de comer, que lo activen con cuidado pero efectivamente. Más adelante, entre las cuatro y las seis semanas de la vida, y más frecuentemente después de la sexta ellos empiezan a dormir toda la noche.
 
La naturaleza es sabia, por regla general ellos se activan por la sensación del hambre espontáneamente cada tres o cuatro horas, los padres deben estar al conocimiento de esto para resistir y mantener el ritmo de alimentación que su hijo les marque. Hay que hacerles entender el momento, el niño más nunca será tan suyos como ahora.
 
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Mi bebé tiene tos al dormir. A veces, cuando está despierto también tose.
 
No debemos confundir la tos con los estornudos, los que son frecuentes. Ellos empiezan a estornudar a los pocos minutos de haber nacido, debemos recordar que durante nueve meses estuvieron en el vientre materno, flotando y protegidos del medio ambiente, al nacer su nariz en contacto con el aire, así como, con el polvo y toda partícula de contaminación que en este se encuentre flotando,  irritan un  poco la mucosa nasal del niño, el que comienza a estornudar, unos más que otros. Este proceso de adaptación al aire ambiente puede ser largo e inclusive, durar un par de meses.
 
La tos, indiferentemente de su intensidad y frecuencia, es un signo de alarma. Existen muchas causas que pudiesen estar produciendo la tos, la más frecuente es el resfriado común, el niño tose como un mecanismo de defensa para expulsar el molesto virus que le trajo alguno de los familiares o amigos, que con entusiasmo y emoción le fue a visitar. Otros niños, con antecedentes familiares alérgicos muy intensos, pudiesen reaccionar de manera rápida y violenta frente al medio ambiente, y empezar a toser producto de la respuesta inflamatoria, que con tan poco tiempo de vida ya se ha presentado en ellos. Estas dos, son las causas más frecuentes de tos en el recién nacido. La tos en un niño pequeño, debe alarmar a todo aquel que tenga una cuota de responsabilidad en su cuidado, en este sentido el pediatra es elemento fundamental.
 
La principal herramienta que el pediatra tiene para llegar a precisar en un niño tan pequeño lo que esté sucediendo, es en primer lugar, la información que los padres le dan, por ello, es muy importante lo que ellos puedan observar en el hogar en relación con la tos que el bebé este presentando. Algunas de las señales, de las que se debe estar pendiente e informar si un bebé tose, son las siguientes: Si lo visito alguna persona que estaba padeciendo gripe. Si alguien del grupo familiar es alérgico o asmático. Si el niño tose más cuando esta acostado o cuando lo tienen en brazos. Si la tos se asocia a la ingesta de la leche materna ofrecida directamente, o cuando se le da alimentos con el biberón. Si el niño solo tose en la noche o durante todo el día. Si regurgita y luego tose. Si cuando tose se ahoga y se queda sin respirar. Si la tos es aislada o se presenta con sucesivos golpes de tos. Si le escuchan un pito al toser. Si este pito es en la garganta o en el pecho. Si esta afónico o el llanto es muy agudo. Si al llorar suena como el maullido de un gato. Si la madre presentaba secreciones vaginales al nacer el niño. Si la madre presento tos y fiebre antes de nacer el niño.
 
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¿ Debo colocar almohadas para que el bebé duerma?
 
No debemos colocar almohadas para que el bebé duerma, diversos estudios confirman que en nada benefician al niño, por el contrario, pueden ser perjudiciales, además son un elemento que contribuye en la muerte súbita del lactante menor.
 
La almohada al reclinar hacia adelante la cabeza del niño, hace que el cuello forme un ángulo de 10 a 20 grados, por lo que las estructuras interiores se estrechan disminuyendo el flujo de aire hacia los pulmones a través de ellas, por la misma razón limitan la salida de bióxido de carbono de los pulmones, todo lo cual es un elemento que contribuye a la muerte súbita del niño.
 
Las almohadas utilizadas para colocar al niño a dormir de lado, con la finalidad de que no se mueva y duerma de lado, con la idea de que de esta manera estaríamos evitando la muerte súbita, tampoco parecen ser beneficiosas en este sentido, además de que pronto el niño empezará a girar sobre sí mismo volteándose y con su fuerza superará rápidamente todas las limitaciones que le ocasionan estos artículos.
 
El colchón de la cuna debe ser firme, el colchón blando es un elemento que contribuye en la muerte súbita del recién nacido, por ello, tampoco se sugiere que el niño duerma en la cama de los padres, las que suelen tener colchones blandos, de igual manera se sugiere no ponerlos a dormir sobre almohadas o los almohadones usados con frecuencia en la cama de los padres.
 
Si el niño es regurgitador o vomitador habitual y le han recomendado que duerma ligeramente reclinado unos 20 o 30 grados, no se debe levantar la cabeza con una almohada, se debe levantar todo el cuerpo del niño, en este sentido se sugiere colocar un par de cuñas a las patas de la cuna para elevar uno de los extremo hasta alcanzar la altura que le han recomendado, de esta manera el bebé podrá dormir boca arriba y con el cuerpo elevado, así podrán asistirlo sin aumentar el riesgo de asfixia mecánica o la muerte súbita del bebé.
 
 
 
 
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¿El chupón le hace daño al dormir?
 
El uso del chupón es un tema muy controversial. El chupón puede ser un gran aliado para tranquilizar aquellos niños ansiosos que tienen una dependencia grande con  la madre y claman y lloran a cada instante para estar enganchados a la teta materna aunque no tengan hambre.
 
Se ha demostrado que el chupón no contribuye con la muerte súbita del niño, inclusive en este sentido hay quienes afirman que ayuda a disminuir su presencia.
 
 
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